miércoles, 11 de septiembre de 2019

ENCUENTRA EN TI LO QUE ESTÁS BUSCANDO




TU ESTABAS DENTRO DE MI, Y YO FUERA Y FUERA TE ANDABA BUSCANDO

Como San Agustín podemos pasar la vida casi entera buscando satisfacer en el exterior la sed que tenemos de reconocimiento, amor, de seguridad, de dirección, de aprobación, confianza.

Para quienes no sepan la vida de este gran hombre,  se las cuento más adelante breve mente, pero antes te pregunto ¿Qué estás buscando afuera? Que es lo que continuamente buscas de manera aguerrida con una y otra persona o con una y otra situación, y  quizá si encuentras, pero de manera fugaz, esto es, tan pronto como llega se escapa, no te llena, no te satisface de verdad.

¿Qué estás buscando afuera?

Buscas afuera porque lo que tienes adentro está escondido como cuando en un cuarto desordenado, como esos que tienen los adolescentes, quieres encontrar tus llaves. Necesitas ir recogiendo poco a poco, no simplemente echando de un lado a otro, porque podrían volver a quedar escondidas sino que necesitar ir doblando la ropa tirada, acomodando los libros, los zapatos,  para que así, en la limpieza, se puedan ver las llaves que estaban por ahí en los escombros.

¿Qué te impide a ti encontrar lo que tienes dentro?

San Agustín era un joven sumamente desordenado, era parrandero, era mujeriego, era un guapo y muy talentoso, era listo y era muy sobresaliente en el arte de hablar en público, lo contrataban para dar discursos públicos importantes, y eso lo llenaba de orgullo; una mujer poderosa lo contrato para que debatiera con el obispo y lo derrotara comprobando que Dios no existía, y él en la búsqueda de argumentos, se encontró con Dios. A él le impedía el orgullo, la vanidad, la inercia de tener aparentemente mucho que hacer entre tanta parranda, lo mantenían distraído y aunque en ese momento no estaba consiente, lo mantenían también vacío.

¿En dónde lo estás buscando?
¿Qué necesitas, como esas camisas,  pantalones,  libros,  zapatos poner en orden para encontrar dentro de ti, lo que tienes perdido adentro? El miedo, en dolor, el rencor, la sobre actividad, tu diálogo interno, que te dice, no puedes, no eres bueno, la historia que te contaron y te has creído, esto es mucho para ti, tú no eres bueno en esto, tienes que ganar aplausos.    
San Agustín, cuando encontró a Dios, se convirtió se dio cuenta de que había estado perdiendo el tiempo, de que se había estado perdiendo del brillo que le daba la presencia de Dios en su vida. Y  encontró la plenitud, fue un gran santo y amo muchísimo a Dios, su vida cambió y la de muchos alrededor, escribió una gran cantidad de tratados de documentos que es su legado.

¿Qué te estás perdiendo por no encontrar dentro de ti, lo que buscas fuera? 

De ser auténtico, de andar con menos peso, de tener mejores relaciones, de triunfar en lo que realmente te gusta.

Necesitas encontrar dentro de ti lo que busques fuera y cuando lo logres te vas a liberar todo tu potencial y además vas a poder darlo a los demás. Porque nadie puede dar lo que no tiene.  Logrando relaciones mejores y una vida mucho más satisfactoria.



¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé! y tú estabas dentro de mí y yo afuera,
y así por de fuera te buscaba; y, deforme como era,
me lanzaba sobre estas cosas que tú creaste.
Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo.
Retenían me lejos de ti aquellas cosas que,
si no estuviesen en ti, no existirían.
Me llamaste y clamaste, y quebraste mi sordera;
brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo;
gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti;
me tocaste, y deseo con ansia la paz que procede de ti.
Agustín de Hipona

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