Si descubres que frecuentemente te quejas de tus relaciones, tienes problemas, buscas culpables, seguramente estás lidiando más que con tus relaciones, contigo mismo, hay algo que te está molestando de tí y no tiene que seguir así.
La manera en la que estableces vínculos con los demás, está directamente relacionada con la forma en la que fueron atendidas tus necesidades cuando eras pequeño, necesidades básicas, pero también de conexión emocional, de sentirte sentido, atendido y tomado en cuenta.
Cuando estás necesidades fueron atendidas de manera no muy eficiente, se formaron ciertas conexiones en tu cerebro que te llevan a cómo te sentiste en esos momentos y así es cómo ahora reaccionas, llevándote muchas veces a situaciones en las que no estás bien, al no encontrar una explicación sensata, culpas, te quejas y condenas al otro, quien probablemente esté pasando por lo mismo en su interior. Es por eso que de pronto resultan muy complicadas las relaciones.
Pero no te preocupes, no tienes que quedarte así, lo primero es saber que esto es así, después basta con que reconozcas cuales son tus reacciones "inexplicables" como enojarte desproporcionalmente por ciertos comportamientos, tener demasiado miedo bajo ciertas circunstancias o cualquier otra que recurrentemente vivas y estés dispuesto a trabajar para cambiarlas por reacciones bajo tu control, teniendo una nueva mirada hacia los demás, hacia los eventos y hacía ti.
NO TE CONFORMES CON MENOS DE LO QUE PUEDES LOGRAR.
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